Derretida... como a fuego,
temblando en este aire
que calienta hasta el suelo,
que arde en tu cuerpo
y espesa mis sueños.
Fulminada y sin seso.
Con los pies que no pisan
por flotar en tus besos.
Esos que me abrasan
y erizan al tiempo.
Y es tu piel, que me viste
en las noches heladas.
Prisionera de esa voz
que me busca...
y sin destino me atrapa
por no verme callada.
Y en tus ojos me pierdo
con la mente descalza...
¡Enamorada tengo el alma...!
M.G.
@ registrado
¡Que bello es estar del alma enamorada!
ResponderEliminarLo mejor...
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