jueves, 14 de mayo de 2015

Tala con la muerte

¿Cuánta piel
necesitan esos huesos?
¿Cuánta voz
en cada verbo?
¿Cuánta lengua...
la palabra, si no se escribe
y se vela esclava?

Bajo tu sombra
palpita al alba
y sangra en silencio
tragándose tu savia.

Tala con la muerte
y se ensaña.
Desviste el bosque
y se enfría de mañana.

Y no frena la rutina
y vuelve gris la montaña,
con el filo que refleja
un espejo en cada lágrima.
M.G.
 
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