que brotan del bolsillo
y amanecen como soles
guiando mi destino…
Quién
sabe si es delito
amar
lo que uno sueñay bordar cada sentido…
¡Reír hasta que duela!
Y en
brazos de Morfeo
revivo
esa princesaque vive de mi cuento
si la pienso hasta creerla.
M.G.