De fandangos y de aliento
esculpieron tu cintura
y los acordes de tu cuerpo
marcan ritmo a mi escritura.
Y son las manos del artista
que acarician hasta el ego
cuando vibra tu cejilla
al punteo de sus dedos.
Hembra fina de madera
que seduces con sonidos
en silueta de sirena...
Peina el traste tu melena.
M.G.
@ registrado