y analfabetas huellas...
Servias la mejor tajada
y para ti la paciencia.
Con el luto incrustado
y en el bolsillo una pena.
Medias remendadas,
chaquetilla de vieja.
Rancios los armarios
y naftalina en las venas.
Reías como niña
rodeada de nietas...
Y catabas el puchero
con un dedo en la cazuela...
M.G.
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