Cuando...

Cuando desciendas hacia arriba,
con la lluvia en ciernes
y el aire frene hasta tus pies.
Cuando no pongas pretextos,
aunque mueras lentamente...
por aquello en lo que crees.
Cuando escales por mis piernas
hasta el beso de mi boca,
sin ayudas, ni piolet.
Cuando llores en penumbra,
escondido en tus demonios
y tu otro yo pueda nacer.
Cuando siembres dudas
en tu lecho de rutinas
y te invites al después.
Cuando amaines tus tormentas,
con la fe en otro...
y aprendas a creer.
Cuando des el primer paso,
con el ego en un bolsillo,
reconociendo a los de ayer.
Se abrirán los infintos
y los siempre, de una vez.

M.G

 

 

 

No hay descenso

No hay descenso
en tu párpado al cerrar
la puerta
y comerse la luz.
En el descanso...
del sueño
que rebota en tu cama
para nacer
y plantarse
y multiplicarse entre dos.
No hay pecado
en el mar de tu boca
cuando me presta su sal
y derrama sus olas
pidiéndome más.
No hay pozo sin fondo
en el albor de tus ojos
que pintan mi vida
mirando una flor.
No hay miedo,
ni sogas malditas
que apresen las horas
en un viejo reloj.
 No hay...

M.G.

No hay

No hay beso que cien años dure,
ni piel sin tu boca
que a mi no se anude...
No hay noche sin luna,
ni azul que nos cubra...
en ojales a oscuras.
No hay tiempo que viva
sin miradas perdidas..
¡No hay!
Estoy llena de ti
hasta en tus horas vacías.

M.G.

 

Niñas Rosas

Por las niñas rosas,
por sus pechos hechos lazo
y una vida de cristal.
Por sus voces
y sus ganas....
Por sus trenzas
que son lanzas
y su lucha desde atrás.
Por su meta,
por su boca hecha palabra
y un sinfín de "qué dirán".
Porque hay cura, esperanza,
aleluyas y verdad.
M.G.

 

Se fue

Se fue tras ese azul,
ese que me asfixia de a poquito,
entre grises y benditos...

Me quedé esperando en zapatillas,...
como en casa,
esperando reír su risa.

La lluvia se desquitó el alma
y llovió entre cortada,
llorándome en la cara.

y olvidé tragar...
Tengo enmarañadas las penas
y una presa en la desgana.

¡La tristura está descalza!

M.G.

 

Lado Inverso

Quiero tu lado inverso,
el cuerpo a cuerpo
que te callas.
El yo que no dice
y se esconde,...
y me piensa
en la mirada.
Tibio,
ajeno,
parco hasta en las canas.

Quiero tus manos llenas
de mi piel
y de mi alma.
Un suspiro al eco
que palpite
en mi garganta.
Y en la noche
prisionera...
Derretirme
en tus palabras.

 

M.G

Derechos reservados

 

Truenos en las tripas

Truenos en las tripas y piel de tormenta...
No tenía bolsillo para guardar el hambre
y lo enterró entre dos piedras,
sin saber que lo que no muere, se siembra.
Y a dos manos, como herramienta,...
arrancó toda la hambruna
y la mala hierba...
¡La utopía también se sueña!
M.G.