Ignorancia

Sumida en la ignorancia
que viste cada nada
de mentes semi en blanco
esperando ser grabadas.

 Hoy quiero que habites,
en ésta, que es tu casa,
cobijo es mi memoria.
Hogar de tu morada.

Te cedo mis rincones,
¡Invito a tus palabras!

M.G.

 

Derechos Reservados

 

Vagabundo

Vagabundo entre sombras,
sin fuego ni estela.
¿Quién sabe de horas

con roces a tientas?
 
Y en rayos de ciego...
¡Amores a cientos!

M.G.

 

Derechos Reservados

 

En Penumbra

Apago mis ojos para verte en penumbra,
con mi risa quieta.
Respirando ese alma que me perturba
al borde del abismo, errante...
Palpando besos de ternura....
Armando con tus pestañas ésta armadura
que me defiende de tus miradas,
que me esconde de mi infancia y
de nada, hace juegos con tus palmas.

Y baila loca la mañana
y te sigue...
Pajaritas bien dobladas,
arcoiris de fragancia flotan con sus alas
y acarician esta piel resquebrajada.
Y te observo medio muda,
ente gritos que se ahogan
y laceran mi garganta.
Atesoro lazos de paciencia
nudos fuertes que se desbaratan...
M.G.

Registrado

 

Tala con la muerte

¿Cuánta piel
necesitan esos huesos?
¿Cuánta voz
en cada verbo?
¿Cuánta lengua...
la palabra, si no se escribe
y se vela esclava?

Bajo tu sombra
palpita al alba
y sangra en silencio
tragándose tu savia.

Tala con la muerte
y se ensaña.
Desviste el bosque
y se enfría de mañana.

Y no frena la rutina
y vuelve gris la montaña,
con el filo que refleja
un espejo en cada lágrima.

M.G.

 

Derechos reservados

 

Leyenda

Cuenta la leyenda
que tus ojos son dos hadas
y si ríen con vehemencia,
te acarician con sus alas.
...
Y entre flores, sólo a veces...
hacen zumo de palabras.
Bebedizos de pasiones
que te sanan hasta el alma.

Hoy esperan que amanezca
con el brillo de su gracia,
si caminas por su senda
sentirás toda su audacia.
M.G.

Derechos Reservados

 

Al biés...

Un beso al biés
y otra puntada.
Hilvano tu piel
con cada palabra...

 Dobladillo de caricias...
con un hilo de pestaña
que se guiña cada vez
que me miras con el alma.

M.G.

 

Derechos Reservados

 

Ciega y en camino

Cuando ciega y en camino
pise piedras solitarias
y respire ese designio
que limita las palabras.

Cuando abrigue cada eco,
cada verbo que me embriaga
y de vida a este ego
con mi baza bien templada.

Cuando grite y alce manos
por un tiempo que no pasa,
que se queda
y se repite en cada cana.

Seré fuego, seré alma,
la bandera en tu mirada,
paso firme y con garra
cuando juzgue la balanza.

 

M.G.

@Derechos Reservados