lunes, 20 de octubre de 2014

Poesía

Ataviados con sus galas
van los versos en palabras
y en tu boca se hacen dulces
que seducen sin catarlas.

Se deslizan como el agua
y van bebiendo mi garganta
que desnuda está de voz
y no compite con tu labia.

Hasta el beso está en silencio.
Se durmió en el pentagrama,
escuchaba piano, piano...
esa oda improvisada.
M.G.