Mamá

Mamá,
aprendí a amar la ausencia,
el no abrazo,
el no beso.

Una lágrima seca por desgaste
y abrazar el vacío.
Sigo llamándote en mi noche
y mueres un poco mas...

M.G.

@Derechos reservados

 

Tu ruina

Tu ruina,
esa boca seca
que no lame el sobre
y se traga la letra.
...
Y en tus venas, misivas
que arrastran mil penas
o amores que laten
al bajar por tus piernas.

Remites secretos
con alma y sin huella
que viajan sin alas
y vuelan muy cerca.

M.G.

 

@D. Reservados

 

Abrazo el silencio

Abrazo el silencio
que llena el espacio de un beso.
El suspiro del viento,
que devuelve en ecos
los gemidos del verso...
y vuelve carne un deseo
y tiembla de roces su cuerpo.

M.G.

@D. Reservados

 

Me apeé del mundo

Me apeé del mundo,
a la orilla de tu sombra...
A caballo entre tu piel
y esa mente prodigiosa.
Me quedé expectante,...
leyendo entre miradas,
atrapando ese silencio
que entre gritos siempre calla.

Me clavé en tus ansias,
en la furia que cabalga
cuando buscas sin demora
las repuestas del mañana.
Y me creo mariposa...
cuando río a escondidas
Y maquillo el par de alas
que me invitan a soñarlas.

M.G.

@Registrado

 

Reparte miel...

Reparte miel mi niña
que viene el agua opaca
y no llego a decirte
que las penas no se lavan.
...
Que se envainan bien adustas
en el fondo de la nada
y que se vayan enterrando
con el tiempo y una pala.

Y pinta esa pestaña
de prosa azucarada...
Hoy tus ojos cubren
una ausencia ya anunciada.

Y entre tanto, tras la sombra,
Aún acecha tu mirada...
Desconozco hasta tus ojos
pero siento que me abrazan.

Reparte miel mi niña
que empieza otra balada
de vigilias bien sencillas
con el alma enamorada.

M.G.

@Registrado

 

Aromas de vida

Con cada lágrima un pétalo,
con cada pena una espina...
Que tu fuerza sea el tallo
y los colores tu alegría.

Planto flores en el alma
Y las riego cada día.
Te los prendo de mañana
y hoy recojo las semillas.

Ramilletes como el alba
que amanecen de puntillas.
Un jardín de mil baladas
con aromas de una vida.

M.G.

@Registrado

 

¡Mar, te quiero!

El aire viene cálido, sereno,
dibujando tu aura con su dedo.
Acaricia el mar desde el eco
y le llama con el trueno...
-¡Marrrr que te quiero!...
Baña mis mareas de fuego,
que la luna las prende
y juega con mi ego.
Espuma de estrella,
caracola del desierto.
¡Adelante esa orquesta!
Que cante la sirena y
el iceberg traiga hielo.
Maracas de locura,
pasión de sosiego.
El vals de las olas
mecerán hoy mi sueño.

M.G.

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